Si bien armé otras cosas que pensaba podrían servir (una quedó en dibujo a lápiz y la otra avanzó un poco más) como tercera opción me decidí por esto último. Hacía mucho tiempo que no hacía nada con POV-Ray, así que retomé algo que siempre estaba ahí, pero con lo que no había llegado a demasiado. Le dí un par de vueltas de tuerca y en poco tiempo me quedó una idea bastante terminada.
Quedaba un asunto importante, al menos para mí: el 50. ¿Cómo hacía para meter el 50 sin escribirlo?
El resultado está a la vista.
Hay algunos retoques finales realizados con la tableta, pero son mínimos. Así, me dí el gusto de volver a hacer algo con el querido POV-Ray que hoy, entre tanta parafernalia, luce olvidado.
A veces esta imagen me hace acordar a una vieja pecera que tenía... |
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