Hay que cuentos tan bien estructurados y resueltos, con tantas imágenes, que cuesta ilustrarlos sin mostrar demasiado (bueno, es lo que pasa casi siempre), así que esta vez elegí el cielo estrellado, unas nubes y chañares iluminados por una luna que no es luna.
El relato se llama "El sublime instante del cazador" y es del cuentista argentino Sergio Bonomo.
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