domingo, 2 de junio de 2019

Demasiado tiempo

Casi tres años del último post. Una locura.
No obstante, ayer empecé una nueva etapa que me lleva de lo digital a lo analógico.
Tras ver las cosas que Laura Paggi viene haciendo en este último tiempo decidí sumarme al taller de grabado y artes impresas de La Platina arte Impreso para aprender las variadas vertientes del grabado y otras artes asociaciadas.
De la mano cordial y generosa del genial Gonzalo Fernández Fichter empecé ayer a conocer detalles de este arte, el cual tiene mucho vericuetos muy interesantes para mí porque aúnan cosas que conozco y otras completamente impensadas.
Como no sabía muy bien cómo íbamos a empezar arranqué llevando en un pendrive algunos trabajos que ya tenía (algunos han pasado por acá en su versión digital) y quedé muy satisfecho con los resultados. Si bien muchas de mis obras terminaron como portada de libros o revistas o acompañando algún cuento, nunca había creado el objeto con mis propias manos a partir del digital.
Aquí la prueba visual de lo obtenido usando la técnica del photoplate:


viernes, 11 de noviembre de 2016

El acantilado

Los acantilados tienen la magia de lo eternamente efímero. Mientras destilan su vieja gloria, resisten agua y viento hasta que, algún día, colapsan. Entonces perderán algo, mostrarán un nuevo rostro y comenzarán de nuevo.
Esa vieja magia se multiplica si se suma alguna ruina. Uno imagina la majestuosidad de la construcción, allí en lo alto, aunque en realidad muchas veces no se sabe con certeza cuál fue el aspecto original de las, ahora, ruinas.

La técnica empleada en esta ilustración fue mixta, aunque completamente digital. Sobre un garabato original hubo procesamiento de imagen, superposición y mezcla, búsqueda de imágenes intermedias (la imaginación es poderosa), recorte y pintado final.

Al verla imagino esos restos donde, casi al pasar y sin decir prácticamente nada, la obra del hombre sólo se nota en los detalles, en formas algo más geométricas que lo natural, alguna diagonal que pudo ser una rampa o una escalera para un largo y leve descenso.

Una vez terminada caí en cuenta de que podría haberla hecho apaisada en vez de vertical.
Pero esa ya sería otra historia.

domingo, 23 de octubre de 2016

Una ola de Ira

Siguiendo con los retratos, subo un autorretrato anterior al de la entrada previa.
O pueden ver una ola: una oscura ola de ira bajo una luna de terror.